El Tummo tibetano es una antigua técnica yoga de meditación tántrica de los monjes budistas que significa "fuego interior", combinando respiración pranayama y visualización para generar calor en el cuerpo, permitiendo a los practicantes soportar frío extremo y alcanzar estados profundos de conciencia, similar al prana hindú o al Qi taoísta, y es la base de métodos modernos como el de Wim Hof para la auto-regulación física y mental.
Componentes clave
Técnica de respiración (Pranayama): Patrones de inhalación y exhalación específicos, a menudo fuertes y rítmicos, para oxigenar el cuerpo y activar el sistema parasimpático.
Visualización: Se visualiza una llama de fuego o una esfera de luz en el plexo solar (debajo del ombligo) y se expande por los canales internos (nadis) hasta calentar todo el cuerpo, subiendo por la columna.
Retención de la respiración (Apnea): Después de la inhalación, se retiene la respiración para concentrar la energía y el calor, contrayendo los músculos del suelo pélvico.
Beneficios y propósito
Regulación térmica: Permite a los monjes sobrevivir en climas helados, secando incluso toallas húmedas sobre sus cuerpos.
Bienestar físico y mental: Mejora la conexión mente-cuerpo, reduce el estrés, fortalece el sistema inmunológico y calma la mente.
Transformación espiritual: Es una herramienta para acceder a niveles más profundos de la mente y la conciencia, abriendo puertas a la naturaleza búdica.
Similitudes y diferencias
Similitudes: Comparte conceptos con el yoga Kundalini y prácticas taoístas, manejando una energía vital interna.
Diferencia con el famoso Método Wim Hof: Aunque relacionadas, el Tummo es una práctica espiritual budista, mientras que el Método Wim Hof es secular y se centra más en la exposición al frío y la naturaleza, aunque usa técnicas de respiración similares.